En el vasto universo de la informática, no basta con que un algoritmo funcione; debe ser eficiente. La Notación Big O es la herramienta fundamental que los científicos de la computación y desarrolladores utilizan para cuantificar y describir la eficiencia y la escalabilidad de un algoritmo.
En el corazón de casi todo software moderno, desde motores de búsqueda y aplicaciones web hasta sistemas de IA y videojuegos, se encuentran las Estructuras de Datos y Algoritmos (DSA). Para cualquier programador aspirante o profesional, dominar DSA no es simplemente una habilidad deseable, sino una necesidad fundamental.
La Inteligencia Artificial es un campo en constante expansión que impulsa la innovación a nivel mundial. Para entender cómo funcionan los sistemas de IA y para participar en esta conversación tecnológica, es fundamental dominar su vocabulario.
Las Redes Neuronales Convolucionales, también conocidas como ConvNets o CNNs, son modelos de aprendizaje profundo que han revolucionado el campo de la visión por computadora. Estos algoritmos son la base para el reconocimiento de objetos, incluyendo la clasificación, detección y segmentación de imágenes. Se distinguen por su capacidad para procesar datos con una topología de cuadrícula, como las imágenes.
¿Alguna vez has abierto un archivo de código y has pensado 'WTF'?. Si eres programador, es casi seguro que sí. Has tenido que navegar por una maraña de código mal escrito, perdiendo horas y recursos valiosos en el proceso. El código incorrecto no solo ralentiza el desarrollo y disminuye la productividad, sino que puede llevar al fracaso de una empresa.
En los últimos años, los modelos de inteligencia artificial han dado saltos extraordinarios. Pero detrás de su comportamiento cada vez más natural, coherente y útil, hay un ingrediente poco conocido pero fundamental: el Aprendizaje por Refuerzo con Retroalimentación Humana, conocido como RLHF (por sus siglas en inglés: Reinforcement Learning with Human Feedback).