En esta cuarentena, varios de mis amigos y conocidos me avisaron que dejarían Instagram y Facebook principalmente. Sus razones para hacerlo: que las redes sociales drenan su energía, que les quita mucho tiempo, que todo es una farsa, etc, etc, etc…

Me pregunto, ¿están cambiando las redes sociales?, ¿Las personas nos estamos aburriendo de consumir siempre lo mismo?. En este escrito trataré de responder primero: ¿Qué hace a las redes tan atractivas para que las usemos?, segundo: ¿Toda la información que nos rodea en redes sociales es basura?

Desde los comienzos de la civilización, la comunicación ha sido parte fundamental para que el hombre pudiera alcanzar objetivos individuales y de sus pares. La comunicación representa un pilar fuerte para la transmisión de cultura, creencias y conductas.

Nuestro camino al conocimiento no ha sido un proceso corto, el ver las cosas como las percibimos ahora ha costado millones de años. En este caminar de los años, el desarrollo de la tecnología ha crecido en forma exponencial, todas las herramientas que teníamos en un escritorio pasaron a una computadora y ahora en un telefono celular, cada vez se puede asegurar más que la tecnología es una extensión de nosotros.

En los últimos 20 años, los teléfonos han inculcado en los humanos una especie de cortina de humo que los hace creer que pueden saltar entre clases sociales. Es una puerta, para algunos, que te lleva de una clase a otra, fuera de donde estás. Te hace creer que todo lo tienes al alcance de tu mano.

¿Qué hace a las redes tan atractivas para que las usemos?

Todos tenemos motivos para usar las redes sociales. Entre las principales se pueden enlistar:

  1. Para mantener contacto con amigos.
  2. Para mantenerse al día con noticias y eventos.
  3. Para rellenar el tiempo libre.
  4. Para encontrar contenido divertido.
  5. Para compartir opiniones.
  6. Para encontrar productos para comprar.
  7. Para conocer gente nueva.

Debemos preguntarnos siempre: ¿De donde procede esta necesidad que siento ahora? No ha salido de mí, es externa. El tiempo ‘estando activo’ por lo general nos aleja de lo que tenemos cerca.

Las redes sociales no necesariamente nos hacen más ‘sociales’. Pueden aislarnos aún más de familiares, amigos, seres queridos o compañeros de trabajo cuando se abusa de ellos como adicción, lo que nos impulsa a dedicar cada vez más tiempo a construir nuestras identidades en línea cuidadosamente seleccionadas, buscando constantemente más ‘likes’ para validar nuestra autoestima.

De algo estamos seguros, el uso de estas aplicaciones llenan un vacío que no sabiamos que existía.

¿Toda la información que nos rodea en redes sociales es basura? La respuesta: no, pero sí hay demasiada.

Me preocupa observar los niveles de inseguridad que hay en nuestra sociedad, mucha generada por las redes sociales. Uno de los grandes errores que la gente comete es que empieza a postear cuando cree que va a obtener likes, y no postea lo que de verdad le gusta. Instagram particularmente, es como un espejo de nuestra evolución, solo que con nuestras fotos. Hacemos selección natural de nuestras mejores fotos, le colocamos filtros que nos parecen bonitos y las posteamos. Nos encontramos en busca de aceptación y una manera de comprobar esto es que los ‘likes’ son adictivos porque afectan nuestro cerebro, de manera similar a las drogas. Los me gusta simbolizan una ganancia en reputación, lo que hace que te compares constantemente con los demás.

Van a existir muchos perjuicios sobre tí cuando publicas tu vida:

  • Si publicas fotos de tí eres juzgado un narcisista y vanidoso.
  • Si no publicas fotos de tí estás ocultando algo o “así has de estar.
  • Si publicas cosas felices quieres aparentar una vida que no tienes en realidad.
  • Si publicas cosas tristes eres un azotado.
  • Si publicas logros eres un presumido.
  • Si publicas sólo fracasos estás buscando llamar la atención.
  • Si publicas de política, eres un rojito, un fascista o un amargado.
  • Si no publicas de política, eres un desinteresado apático.
  • Si publicas “pensamientos profundos” te crees muy espiritual.
  • Si publicas resultados deportivos eres un ignorante.
  • Si publicas cosas cotidianas eres muy superficial.
  • Si publicas fotos con tu familia eres un irresponsable por cuestiones de privacidad.
  • Si no publicas fotos con tu familia, te sientes soltero.
  • Si publicas muchos artículos eres muy impersonal -y seguro ni los lees.
  • Si no publicas artículos eres un ignorante que no lee nada.
  • Si publicas cuestiones religiosas eres un persignado.
  • Si no publicas cuestiones religiosas eres un ateo.
  • Si no publicas cosas con picardía eres un mocho.
  • Si publicas cosas con picardía eres un pervertido.

Bueno, la idea se entiende. La lista de prejuicios podría seguir y seguir. Me recuerda a la historia del “Hombre, el Niño y el Burro”, en donde la moraleja es: “No intentes complacer a toda la gente, porque así nunca vas a complacer a nadie.”

Como sociedad debemos cambiar nuestro pensamiento del tener al dinero en un pedestal. Un ejemplo de ello son las ciudades en las que su sistema se ha inyectado dinero. Cuando das click en Dubai, todas las fotos son yets privados, autos lujosos, Louis Vuitton, Rolex, etc, etc, etc… No veo personas que genuinamente disfrutan el prestigio de portar una bolsa Louis Vuitton. Veo personas que son tan inseguras que quieren enseñar a los demás que están cosechando algo de riqueza, y usan logos para sentirse bien. Y este comportamiento se desplaza a todas las grandes ciudades: NY, París, Roma, por nombrar algunas.

En la actualidad, existen inmensas desigualdades, y esta promesa de que si llevas la ropa adecuada no serás tratado como basura creo que es muy poderosa. Precisamente eso pasa en una red social como Instagram, todos parecen verse bonitos, con ropa bonita, eligiendo los mejores filtros para sus fotos.

Finalmente, creo que las redes sociales pueden ser beneficiosas cuando se usan de manera que ayuden a construir conexiones más profundas entre nosotros. Usar las redes sociales de manera equilibrada para conectarse de manera significativa con las personas en su vida puede ayudar a aliviar el aislamiento social.

Desafortunadamente, las redes sociales se están convirtiendo rápidamente en una de las fuerzas más poderosas que nos dividen. Nos arrastramos a la carrera por los likes, compitiendo con nuestros seguidores, comparándonos constantemente con un ideal artificial. Necesitamos ser conscientes de cómo usamos las plataformas de redes sociales para que puedan unirnos en lugar de dividirnos.

Gracias por leer!

Inspiración para este Blog:

Foto de portada por Lalo Hernandez en Unsplash.

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